¿Cómo se aprende?
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Algunas consideraciones sobre el aprender
Comenzar una etapa formativa, en cualquier momento de la vida, requiere poner en marcha un proceso de aprendizaje. Esto implica establecer una relación interactiva entre quien desea aprender y el contenido del cual pretende apropiarse. Comprender verdaderamente una temática, un problema, una idea o un concepto involucra mucho más que el uso de la memoria: implica ir acercándose paulatinamente al conocimiento.
¿De qué forma percibimos este proceso? Conceptos que, en un primer momento, pueden resultar confusos, luego se van aclarando cuando escuchamos, leemos y trabajamos sobre el contenido. Realizar este proceso, por otra parte, requiere poner en juego diferentes metodologías, estrategias y habilidades tales como:
- ● Buscar, elaborar, analizar, sintetizar y comparar información.
- ● Vincular lo nuevo (las teorías en los textos, lo que nos presentan los docentes, etc.) con aquello que sabemos.
- ● Utilizar el conocimiento en otras situaciones.
Aprender de manera significativa, como estamos viendo, requiere compromiso, así como una actitud activa y responsable. Ello implica tomar los recaudos y generar los medios adecuados para lograrlo. Si reconocemos la necesidad e importancia de abordar el estudio de este modo, pueden resultarle útiles las siguientes sugerencias.
De acuerdo con los consejos que acabamos de leer, podemos recuperar los aportes de Frida Díaz Barriga Arceo y Gerardo Hernández Rojas (1999: 12) para decir que las personas aprenden a aprender cuando:
- ● Controlan sus procesos de aprendizaje.
- ● Son conscientes, es decir que se dan cuenta de lo que aprenden.
- ● Captan las exigencias de la tarea y responden consecuentemente.
- ● Planifican y examinan sus propias realizaciones, lo que les permite identificar los aciertos y dificultades.
- ● Emplean estrategias de estudio pertinentes para cada situación.
- ● Valoran los logros obtenidos y corrigen sus errores.
En el listado de sugerencias, Ud. seguramente pudo identificar tareas y actitudes que habitualmente no pone en juego al estudiar. A partir de este reconocimiento, lo invitamos a planificar las nuevas realizaciones considerando todas las cuestiones abordadas en ese apartado.
Tanto estas cuestiones como aquellas que hemos resaltado en la Unidad 1, Educación a distancia con respecto al trabajo autónomo en el contexto de la educación a distancia, adquieren una importancia central para el estudio. En este sentido, diferentes experiencias educativas han demostrado que la planificación de la resolución de actividades, las buenas condiciones en que éstas se desarrollan y el uso de estrategias adecuadas a cada situación se conforman en un eje que contribuye al aprendizaje significativo.
Una de las primeras acciones que se realizan —y se proponen— en primer lugar al comenzar una propuesta de aprendizaje es la lectura de textos fuente (como este material multimedia o la bibliografía utilizada) que ofrecen acercamiento a nociones, conceptos, categorías, actividades, entre otros.
Por este motivo, parte del acercamiento proactivo al aprendizaje implica crear estrategias y metodologías personales de acercamiento a los textos. Comencemos este proceso revisando juntos algunas consideraciones acerca del concepto de texto y su potencial como herramienta de aprendizaje, los tipos de lectura, la relación entre diversos lenguajes como factor de complejización y enriquecimiento de la lectura, y las técnicas de organización de la información como ejercicios de lectura comprensiva.
Referencias bibliográficas
Díaz Barriga Arceo, F. y Hernández Rojas, G. Estrategias de enseñanza para la promoción de aprendizaje significativo. México: McGRAW-HILL, 1999.