"Lo virtual no es, en modo alguno, lo opuesto a lo real, sino una forma de ser fecunda y potente que favorece los procesos de creación, abre horizontes, cava pozos llenos de sentido bajo la superficialidad de la presencia física inmediata."
Levy, O. ¿Qué es lo virtual? Barcelona/México: Paidós, 1999. P. 2.
 

La modalidad a distancia y los entornos virtuales

Demos inicio a esta unidad con un interrogante fundamental para nosotros: ¿en qué consiste, cómo se lleva a cabo, qué implica enseñar y estudiar a distancia? ¿Ha podido Ud. hacerse esta pregunta? Exploremos algunas primeras nociones que, quizás, nos permitan ensayar algunas respuestas —y abrir nuevas preguntas—.

La educación a distancia, en la actualidad, implica una nueva forma de llevar a cabo los procesos de enseñanza y aprendizaje. En esta modalidad, docentes y alumnos no necesitan contar con un tiempo y un espacio compartido en forma presencial y simultánea para acceder a una formación sistemática ya que las posibilidades ofrecidas por las tecnologías digitales, así como su incorporación y atravesamiento en actividades sociales y culturales (de comunicación, información, producción, acceso y difusión cultural, entre otras) habilitan nuevos escenarios para la educación. De esta manera, se abren múltiples oportunidades para las propuestas educativas, lo cual amplía y enriquece los espacios y las modalidades del aprender.

De esta manera, se configuran nuevos modelos de educación a distancia que no sólo se valen de la potencialidad de estas tecnologías para transmitir e intercambiar información, sino que redefinen las tareas que se realizan en los procesos educativos para enriquecer el aprendizaje e incrementar las acciones de enseñanza. Especialmente, la emergencia de Internet como plataforma de aprendizaje en red y, con éste, una diversidad de formas de comunicación y soportes tecnológicos, habilitan alternativas para la interacción y diálogo entre pares, la generación de procesos colaborativos y la conformación de verdaderos entornos de aprendizaje y comunicación.

Nicholas Burbules (2005) describe los entornos virtuales como espacios donde “la creatividad, la resolución de problemas, la comunicación, la colaboración, la experimentación, y la investigación pueden suceder”. Este autor observa, en estos lugares de aprendizaje virtual, potenciales de colaboración y de comunidad tan humanos y auténticos como los desarrollados en espacios de aprendizaje presenciales. Desde esta perspectiva, Internet hoy no es tan sólo un nuevo medio, sino un espacio virtual porque en él se construyen relaciones entre personas y objetos, porque la gente pasa tiempo, interactúa y “hace cosas”: lee, comenta, comparte, descarga, sube, valora, recorre, etc. Se trata, además, de un territorio potencial de colaboración en el cual pueden desplegarse de manera adecuada procesos de enseñanza y aprendizaje (Piscitelli, 2005).

Sin embargo, más allá de las particularidades referidas a los espacios y lugares que habilita lo virtual, también resulta interesante rescatar aquellas inherentes a la modalidad educativa a distancia, la cual adquiere particularidades diferenciales con las cuales Ud. entrará en contacto durante el cursado de esta carrera. Particularmente, nos interesa destacar cómo el estudio en contextos virtuales y, más específicamente, en la modalidad educativa a distancia, implica cambios respecto al rol del estudiante, el docente, el tiempo educativo y la metodología didáctica, entre otros aspectos. Al respecto, autores como Rossa y Gallino (2000) caracterizan a estos cambios por:

• ● La separación física entre profesor y alumno.
• ● La mediatización a través de diferentes soportes tecnológicos. Esto significa que el proceso educativo se apoya en la utilización de diferentes recursos tecnológicos que operan como medios de enseñanza.
• ● La mediación de la enseñanza, el aprendizaje y la comunicación, en tanto dichas actividades se llevan a cabo a través de interacciones que articulan la participación de diversos sujetos (tales como los docentes) y sus propuestas de enseñanza. Este punto incluye a los docentes y tutores, así como sus estilos de interacción, los actores y condiciones institucionales, los contextos sociales, las particularidades de los sujetos que estudian y aprenden, entre otros.

Estas características configuran un contexto diferente para el desarrollo de las actividades de enseñanza y aprendizaje; aquí cobran especial importancia los entornos virtuales de enseñanza. En estos lugares, Ud., como estudiante, interaccionará con:

• 1) Los materiales didácticos pensados y producidos por docentes y asesores: materiales y guías, lecturas complementarias, audios, vídeos y enlaces elegidos para el tratamiento de los contenidos.
• 2) El profesor – tutor seleccionado para acompañar a los estudiantes en el proceso de estudio.
• 3) Otros estudiantes.

Al hablar de la importancia de las interacciones en el marco de una propuesta virtual, es necesario recuperar dos aspectos centrales: la comunicación y la actividad. La centralidad de ambas dimensiones nos lleva a destacar las propuestas y estrategias tutoriales que articulan la actividad educativa en el marco de los entornos virtuales. Aquí, es relevante el rol del tutor como acompañante y potenciador de los procesos de aprendizaje.

Desde esta perspectiva, también cobra importancia el lugar en donde estos intercambios se llevan a cabo. Tradicionalmente, al pensar en una clase, imaginamos un aula física, propia de un espacio escolar presencial, con sus paredes, sus bancos y pizarrón.

Pero ¿cómo es el aula cuando estudiamos a distancia? ¿En qué se parece y en qué se diferencia de un aula presencial? ¿Están presentes los mismos actores, los mismos recursos? ¿Las posibilidades de comunicación e intercambio están igualmente habilitadas? ¿Cómo se reemplaza la dificultad de coincidir en el mismo momento y lugar?

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